En respuesta a los persistentes ataques de las tropas rusas y con el objetivo de fortalecer el frente de batalla, Ucrania está planeando la incorporación de un millón de drones a su arsenal. Mientras las fuerzas rusas continúan sus ataques, logrando avances limitados, Ucrania busca reforzar su capacidad defensiva mediante el despliegue estratégico de esta amplia flota de drones.
Ucrania está decidida a intensificar su estrategia de guerra de drones como medida para contrarrestar la ofensiva de las tropas rusas en el frente oriental del país, donde se han observado avances limitados por parte del Ejército de Moscú en los últimos días. Este sábado, las defensas antiaéreas rusas derribaron un dron de ala fija ucraniano cerca de la localidad de Klintsi, en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni daños significativos, según las autoridades locales.
Este incidente marca el segundo ataque ucraniano en menos de veinticuatro horas en esa zona. El día anterior, un dron provocó un incendio en un depósito de combustible, que se extendió afectando seis tanques de gasolina con un volumen total de 6.000 metros cúbicos en una superficie de 1.000 metros cuadrados.
Drones atacan la retaguardia profunda de Rusia
Los drones están poniendo a prueba los sistemas de defensa antiaérea rusos no solo en el frente de batalla y en las regiones fronterizas, sino también en la retaguardia profunda de Rusia, a cientos de kilómetros de distancia de la frontera con Ucrania.
El pasado jueves, el Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre la interceptación y derribo de drones ucranianos en las cercanías de Moscú y San Petersburgo, a distancias de aproximadamente 500 y 800 kilómetros, respectivamente, desde el punto más cercano del territorio ucraniano. Esta incursión demuestra la capacidad de los drones ucranianos para penetrar áreas significativas dentro del territorio ruso, planteando un desafío adicional a los sistemas de defensa antiaérea de Rusia en su retaguardia.
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